Ejercicios sencillos que hacen trabajar el giros cerebrales se tienen más de 60 años

Los científicos dicen que después de los 60 nuestro cerebro ya no es lo que era. Pero eso no significa que debamos rendirnos. Digan lo que digan, nuestras circunvoluciones son las que nos hacen existir, vivir y ganar dinero para nosotros y nuestra familia. Nos ayudan a resolver problemas y a veces incluso a crearlos. Por eso es tan importante mantener el cerebro activo.
Si tienes más de 60 años, tu cuerpo ya no es lo que era. Pero es una tontería renunciar a la idea de que es la vejez y no hay nada que hacer al respecto. Al contrario, deberías esforzarte más por entrenar tu memoria y tu intelecto. De este modo, te mantendrás sano durante más tiempo.
En este artículo, quiero compartir contigo algunos consejos que yo mismo utilizo para mantener mi giro en las condiciones de una persona de 30 años. ¡Y realmente funciona!
El primer ejercicio
Ir a la biblioteca o comprar cualquier libro de matemáticas para niños. Libro de texto adecuado para 4º o 5º de primaria, donde ya hay mucha aritmética, pero pocas fórmulas (no las necesitamos).
A continuación, empieza a resolver ejemplos. Puedes hacerlo de forma gradual: primero 2-3 ejemplos al día, luego una página entera, luego varias páginas… No te llevará mucho tiempo: sólo 15-40 minutos al día. Pero el efecto en tu cerebro será colosal.
¿Cómo ayuda al cerebro un libro de matemáticas para niños? Sé que suena bastante ridículo, sobre todo si tienes estudios universitarios. Pero no saques conclusiones precipitadas.
Científicos británicos realizaron un estudio sobre la actividad cerebral de las personas en la vejez y se encontraron con resultados inesperados: resulta que los profesores de primaria son mucho mejores pensadores en la vejez que los de secundaria y bachillerato.
¿Pero qué tiene que ver? Es sencillo: en la escuela primaria siempre hay más aritmética, cálculos sencillos que desarrollan la capacidad del cerebro para pensar rápidamente. En cambio, las matemáticas en el instituto tienen más que ver con la lógica, la reflexión y los cálculos largos. Estas cosas son necesarias a los 20 o 30 años, pero no lo son a partir de los 60.
El segundo ejercicio
El segundo consejo sobre cómo hacer funcionar tu giro es mucho más accesible y sencillo:
Si vives en la ciudad, probablemente salgas a la calle. Lo más probable es que veas cientos o incluso miles de coches aparcados o que pasan por delante de ti cada día.
Lo único que tienes que hacer: empezar a mirar las matrículas de esos coches. Ve unos cuantos números y súmalos. Ve el siguiente coche y el siguiente número, y vuelve a sumarlos. Intenta hacerlo de camino a la tienda o al banco. No es difícil e incluso es divertido.
Por ejemplo, has visto un coche con matrícula 142 y has contado rápidamente para ti: Vale, 1 más 4 más 2, ¡son 7!
Los cálculos sencillos. Es incluso más fácil que resolver los ejemplos de los libros de texto. Luego, al cabo de unos días, puedes hacerlo más difícil: empieza a restar, multiplicar o dividir los números que veas en las matrículas de los coches.
El tercer ejercicio
Y aquí llegamos al tercer y último consejo, que no sólo te ayudará a «sacudir tu cerebro», sino también a enriquecerlo culturalmente.
¿Tienes un poeta favorito? ¿Tiene un poema favorito? Aunque no lo tengas, elige cualquier libro y poeta que te guste y empieza a aprender poemas. Memorizar pasajes de obras de memoria es una forma estupenda de hacer que tu cerebro funcione como el de un joven.
¿Por qué crees que en las escuelas se enseña a los niños a memorizar poemas? La respuesta es el entrenamiento de la memoria. Al memorizar poemas, la memoria del cerebro trabaja más rápido y se vuelve más capaz.
Imagina que los giros de nuestro cerebro son músculos como los de tus brazos y piernas. ¿Qué hace la gente con sus músculos para evitar que se vuelvan flácidos? Así es: los ejercitan. Así que no le des a tu circunvolución la oportunidad de volverse flácida.
Así que hazte la regla de sentarte todas las noches con una taza de té y un volumen de tu poeta favorito. Luego lee. Luego memoriza y repite.
Este es el ejercicio más eficaz y útil para entrenar el cerebro después de los 60.