Planificación para los perezosos: 7 consejos para no hacer casi nada y conseguirlo todo

Miramos a los blogueros que se levantan a las cinco de la mañana y hacen mil tareas al día, y nos da envidia: «¿Cómo es que tienen tanta energía, y por qué yo no puedo hacerlo?»… Relájate, es normal. Vivir el movimiento slolife también mola. Pero nosotros queremos ir al gimnasio, pintar óleos y escribir tres páginas de fanfic al día, y caer en la procrastinación no lo es.
Te sugerimos que elijas la táctica adecuada de nuestros planes de planificación, para que tengas tiempo de hacer cosas y de tumbarte en la cama.
1. Elige un vector, no un objetivo
Todo el mundo dice lo importante que es fijarse objetivos e ir a por ellos. Pero el tiempo pasa, el entusiasmo inicial desaparece, lo emocionante y desconocido se convierte en rutina. Simplemente te quemas: te vuelves perezoso, pospones las cosas y abandonas, porque no consigues el resultado perfecto de inmediato. Y para no hacer cosas malas, prefieres no hacerlas.
En aras de la experimentación, te aconsejamos que no te fijes un objetivo concreto, sino un vector en el que te vas a mover. En otras palabras, no «aprendas inglés, español y japonés», sino «potencia tus conocimientos de lenguas extranjeras». Esto no sólo te permitirá no frustrarte y no rendirte, sino también saltar por encima. Sí, sí, sin un objetivo final puedes hacer incluso más de lo previsto.
Lo principal es ser flexible y estar abierto a nuevas oportunidades. ¿Hay un grupo de estudio de alemán en la escuela? Genial, ¡ve a por ello! La abuela quiere saber qué tipo de regalo de cumpleaños quieres: ¿un libro o dinero? Elige un libro: te aportará nuevos conocimientos, y el dinero te servirá para pagar chucherías innecesarias.
Es una técnica bastante libre en la que nadas con la corriente, aprovechando oportunidades al azar. Así que ten cuidado: a veces tienes que parar y ver si vas por el camino correcto, para no alejarte demasiado.
2. Sigue la regla de los tres goles
¿Quieres algo más sistemático? Atrapa este tipo de técnica, sin listas ni detalles interminables.
Lo que hay que hacer:
- Establezca 3 objetivos para el año;
- Ahora 3 objetivos para el mes;
- Establece 3 objetivos para la semana;
- y 3 objetivos más para el día.
¿Cómo trabajar con esto?
Al principio del día, haz las tres cosas que has planeado para hoy. Una vez completado el plan mínimo, estarás listo para los objetivos de la semana: procede a ellos, si hay fuerzas y tiempo. Luego, lo mismo para el mes y el año: éste es el plan máximo. ¿Qué obtenemos como resultado – todos los días se realiza un mínimo de casos y ya está bien hecho. Esto le motiva, porque es más fácil de bajar a las tareas más grandes.
3. No pierdas el tiempo
Todos nos planteamos cómo reducir al mínimo nuestro tiempo en el trabajo. Las tareas son muchas, el tiempo es escaso. Se puede hacer todo si se es César, es decir, se hace todo al mismo tiempo. Sin embargo, como sabemos, sólo hay un pequeño porcentaje de personas así en el mundo.
No te apresures a leer un libro con un ojo y ver un curso de fotografía con el otro. Pero puedes escuchar charlas informativas mientras cocinas: así ahorrarás tiempo y no te aburrirás tanto mientras cocinas.
4. Activar la indiferencia normal
Esta técnica es perfecta para los perezosos, porque les ayuda a centrarse sólo en lo importante:
- Empieza por anotar literalmente TODAS las tareas en un papel, desde «fregar el suelo» hasta «ganar un millón con tu blog»;
- A continuación, descarta todo lo innecesario. Para ello, evalúa cada tarea según los siguientes criterios: No la vas a hacer en breve -en la columna «puntuar»-, ya la estás haciendo y los plazos no arden -en la columna «normalizar»-; la tarea es importante para ti o el plazo para su realización se acerca -en la columna «llevarla a la perfección»-;
- Y ahora tacha todas las tareas pendientes marcadas con «puntuación». Táchalo y no dejes que te remuerda la conciencia.
Luego tómate un tiempo para hacer las cosas que necesitas para normalizar. Si no funciona o le da pereza, déjelas por un tiempo. Y pasa a lo principal: lo que tienes que llevar a la perfección. En esta columna están las tareas prioritarias a las que merece la pena dedicar tiempo y esfuerzo.
5. Concéntrese en las tareas importantes
Para el anterior punto «radical», existe una alternativa más suave. Por la mañana o por la noche, elige las cosas que vas a hacer hoy. Ahora divídelas en tareas más pequeñas, como la técnica del elefante. Escriba con detalle lo que tendrá que hacer exactamente ese día, y hágalo. Esta táctica te permitirá concentrarte sólo en las cosas necesarias y no te permitirá empantanarte.
6. Ten en cuenta tus biorritmos
No crea que tiene que levantarse necesariamente temprano, porque la productividad por la mañana es mayor. Los búhos, por ejemplo, no trabajan eficazmente por la mañana, así es la naturaleza. Construye tu propio horario en función de cuándo eres más productivo:
- Alondra – primera parte de la mañana;
- Búho – primera parte de la tarde;
- Gorriones (ninguno de ellos) – a media tarde.
Lo mismo ocurre con el descanso. No te castigues si te gusta acurrucarte en la cama hasta las 12 o dormirte después de las ocho. Haz ejercicio y relájate cuando sea conveniente.
7. Haz un «calendario de pin-ups» y establece recordatorios
Algunas personas se sienten motivadas por el éxito y otras por la quema de plazos. Si eres de estos últimos, imprime o pon un calendario en el protector de pantalla de tu teléfono y marca todos tus plazos. Mantenlo a la vista y recuérdate las cosas que tienes que hacer. También ponte avisos, como por ejemplo «¡¡¡Entrega los trabajos del curso en 9 días!!!» o «¡¡¡La habitación no se limpia sola, mamá volverá en 2 horas!!!». Hasta que no te des una patada a ti mismo, nadie lo hará 🙂
Como ves, hay muchas opciones de planificación del tiempo para los perezosos como nosotros. ¡Elige la técnica que mejor se adapte a ti y llega a tus objetivos!